Si ya encontraste el departamento que quieres arrendar el siguiente paso es firmar el contrato de arriendo, para garantizar que el acuerdo esté claro. Hay muchos formatos de contrato, pero en cualquiera de ellos debes tener cuidado en verificar que tenga las cláusulas que se ajustan a tu caso.
Si no es así debe ser modificado para que describa los acuerdos a los que llegaste con el arrendador. Además, aunque no es obligatorio firmar el contrato de arriendo ante un notario, es conveniente hacerlo.
Tener el contrato firmado será necesario en caso de tener que presentarlo como prueba en un juicio de arriendo. Así no se podrá desconocer la fecha del contrato, ni las cláusulas que se le hayan incorporado.
Los contratos de arriendo tienen varias áreas y cada una detalla un tema en específico para facilitar su comprensión.
Además, servirán para plantear ordenadamente las responsabilidades del arrendador y del arrendatario y todos los acuerdos alcanzados en la negociación.
Aquí te explicamos todo lo que debe tener el contrato de arriendo para que puedas revisar el tuyo:
El contrato de arrendamiento debe comenzar con los datos del arrendador y del arrendatario.
Es importante incluir el nombre completo, número de cédula de identidad, domicilio actual, fecha de nacimiento y estado civil.
En el caso de llevarlo ante el notario se pedirá copia de ambas cédulas para verificar la identidad.
En caso de que el arrendador solicite un aval, también se deben incorporar todos sus datos personales. Esta persona se hará cargo del pago de todo lo vinculado al arriendo si el arrendatario no puede hacerlo.
El documento debe contener la descripción completa del inmueble a arrendar.Se debe especificar la dirección, número de bodega y estacionamiento en caso de estar incluidos.
La duración del contrato también debe estar establecida. Habitualmente se recomienda un plazo de 12 meses, incluyendo una renovación automática si están de acuerdo ambas partes.
Igualmente, se debe indicar el plazo necesario o causales para realizar un término de contrato anticipado, esta cláusula es para el arrendador y arrendatario.
Se debe indicar el monto de arriendo, en pesos o en UF, el plazo de pago y cada cuantos meses se reajustará según el IPC.
También se puede agregar el método de pago elegido (cheque, depósito en cuenta, entre otros).Se debe señalar cuáles son las consecuencias de no cumplir el pago en el periodo estipulado. Esto abarca también retrasos en el pago de gastos comunes y los servicios a cargo del arrendatario.
Si hay retraso en el pago de la renta u otros conceptos, se puede establecer un interés mensual a la deuda, el que habitualmente es de un 5%.
Para evitar problemas por el retraso de los pagos, tu mejor aliado será Neat, donde puedes automatizar el proceso para facilitar tu organización.
Además, pagando con tarjeta de crédito tu arriendo y gastos comunes podrás obtener beneficios como millas y un mejor perfil financiero.
Se deben definir cuáles son los pagos a cargo del arrendatario como los gastos comunes, fondo de reserva (en caso de que así se determine) y gastos de servicios como luz, agua, gas, televisión, internet, entre otros.
Para evitar inconvenientes en el futuro, es necesario describir el estado del inmueble al momento del arriendo y qué objetos se encuentran en su interior.
Es recomendable hacer fotografías de todo cuando se realiza la entrega como prueba de su estado.
En esta parte se estipula que el arrendatario debe entregar el inmueble en las mismas condiciones, tomando en cuenta el deterioro normal por el uso.
Se debe dejar por escrito que la reparación relacionada con el mal uso deben estar a cargo del arrendador.
Mientras que las reparaciones locativas deberán ser comunicadas para ser arregladas por el arrendador. Las locativas abarcan las válvulas de gas, agua, interruptores, entre otros.
Habitualmente se solicita una garantía para asegurar el cumplimiento de todos los puntos del contrato. Este dinero es restituido al término del contrato si no quedan deudas y el inmueble no tiene deterioro.
El cumplimiento de estos puntos es necesario para una buena relación entre el arrendador y el arrendatario.
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